Durante siglos "la plaga", "los negros", "los indios", "los maricas", "la chusma"... hemos sido rechazados y pisoteados.
Este paro a demostrado que los marginados tenemos aguante, que somos admirables por nuestra grandeza, verraquera y valentía. Si, nos da miedo salir, hablar y revelarnos, pero aunque nos tiemble la voz no callamos. Seguimos de pie.
Tenemos aguante, memoria, fortaleza y honor. Porque todo lo que hemos vivido históricamente nos ha dado las herramientas para luchar, estamos cansados de lo mismo, no aguantamos que personas sin conciencia gobiernen un país tan rico como Colombia.
Crédito a su autor
Aunque los trinos de "la gente de bien" nos ofendan, señalen y busquen dañar nuestra dignidad, seguimos adelante, no queremos que nos pisoteen más. Los de arriba tienen miedo y quieren silenciarnos, se dan cuenta que toda la plebe de la que se burlaron esta rebotada y no necesita su aprobación para actuar.
Los jóvenes, que crecimos en barrios marginales que quedan en los rincones más olvidados del país, los que hemos soportado burlas y comentarios por nuestro lugar de origen permanecemos firmes, sin pena a nuestro entrono, con la mente en alto, con el corazón lleno de esperanza y con una mente que desea brindarle lo mejor a su comunidad.
Los indígenas, la representación de nuestros verdaderos orígenes, una comunidad llena de valores, memoria y lucha. Nos han dado catedra de honor. Estas comunidades son olvidadas, ignoradas y burladas injustamente. A través de sus movimientos resignifican la historia ¡tenemos tanto que aprender!
Las comunidades afroamericanas de nuestro país, una de las más grandes en términos de población, golpeada por la violencia, el desplazamiento, el odio de mentes vacías. Son trabajadoras, humildes que contagian con alegría la lucha. Admirable su presencia, sus cantos, sus tambores que claman justicia por los que nos han dejado y por el futuro de los que permanecen.
La comunidad LGBTIQ+ que a través de su movimiento vogue promueve la resistencia en las marchas. Mentes odiosas los tildan de cobardes en sus redes sociales, creen que ser gay es sinónimo de débil, pero nosotros, los vemos como un grupo poderoso, ustedes si tienen las güebas bien puestas. Son un ejemplo de amor propio y a la justicia.
Los que viven en localidades de estratos bajos, los colombianos de a pie, que madrugan y trasnochan, que trabajan para estudiar. Los mismos que descienden de desplazados, que saben lo que es tener el estómago vacío, los que caminan con zapatos rotos las calles dañadas. Los verracos que buscan el centavo vendiendo arepas y empanadas en la calle. Son la muestra de la resistencia.
También, quiero resaltar a los que han tenido una vida llena de lujos, que no han tenido necesidades y salen a marchar. Porque esta no es una competencia de clases, es del bien contra el mal. Les agradezco por preocuparse por nosotros, por luchar por el bien común, por contagiarse de esta plaga. Por luchar junto nosotros, por llorar por nuestros caídos.
Somos pobres, negros, indígenas y gais. Somos la representación de una Colombia que no aguanta.
Con orgullo digo que vengo del sur, que mis raíces son indígenas, que mi Colombia es negra y que mis amigos son gais, lesbianas, transexuales, travestis. ¡Qué chimba pertenecer a los de abajo! ¡Qué orgullo saber que somos los que frentiamos, los que queremos cambiar nuestras problemáticas sociales!.
Gracias a todos por hacer parte de esto, por brindar un apoyo, por hacer país. La esperanza esta intacta, este podría ser el comienzo del fin del uribismo, que nos ha golpeado durante décadas. No será fácil pero lo lograremos.
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